El juego de las oficinas

 Vuelvo por aquí, tranquilos (las 3 personas que me seguís) no me ha dado suficiente bajón como para dejar de escribir, he estado desconectada porque otra persona ha puesto letra, etiquetas y titulares a mis turras mentales y me ha hecho un favor enorme estas dos semanitas que he estado viajando.

Gracias diosito de internet por llevarme hasta el libro de Beatriz Serrano "El descontento" por que no se puede describir mejor una bajona de los treinta trabajando en una oficina.

El título de hoy lo tomo prestado de su libro, donde cuenta, lo que efectivamente, nos pasa a la gente con un mínimo de consciencia que trabajamos en una oficina donde el 70% de los puestos de trabajo son totalmente innecesarios e injustificados que ocupan mentes vacías con delirios de grandeza.

Párate a observar a tus compañeros de trabajo, los lunes y martes se preguntan por el finde anterior, los jueves y viernes por el próximo finde, el miércoles lo reservan a hablar de obviedades y simpleces que incluyen la palabra "proteína". En el día más intenso alguien dice que ha escuchado un podcast "super interesante" que debemos escuchar todos de, ojo, Marian Rojas Escapx, y ahí me autoinmolo.

En fin, son las 19:30 de un martes donde ya ha cambiado la hora y entra el sol por la ventana, cosa que no me gusta en absoluto. En el primer post os conté que me había puesto a hacer unas meditaciones durante 40 días, pues duré 15, estaba claro que no iba a aguantar por que no me viene bien todos los días razonar sobre la existencia. Necesito descansar de mi de vez en cuando y como ya no voy de after pues me he puesto a germinar semillas en tuppers y a alimentar a los gatos del barrio que de pronto me parece que están todos delgados. Estoy cucucha.

Hoy de fondo y desde la minicadena suena el CD de Frank de Amy Winehouse, precoz en la bajona de los 30, mi guía en los sótanos. Cada letra de este librito, que cada vez tengo que acercar más por que no veo un pijo, marca un caminito para salir del fondo en el que estés. Ella lo entendió todo demasiado pronto.