No me interesa la gente
Definitivamente, desde hace un tiempo me he dado cuenta de que la mayoría de la gente que me rodea por obligación (conocidos, compañeros de trabajo...) no me interesa, no me aporta, me aburre.
Recuerdo tener un sentimiento similar cuando era adolescente. Mis intereses en ese momento eran distintos, no me interesaba el salseo ni gustarle a cuatro borregos, no me interesaba la música comercial ni las películas de Marvel. Ni muchísimas otras cosas que no me apetece ponerme a recordar.
Me sentía rara y obligada a socializar con gente para no quedarme fuera o sola, a meterme en un grupo que he mantenido durante los años pero que sigo pensando que no pinto nada y que mantengo por un estigma social pueblerino, aunque mis apariciones son cada vez con menor frecuencia anual.
Sentía que mi personalidad era distinta y no encajaba en lo que la gente hacía. Que la gente de mi alrededor no tenía curiosidades y su máxima era estar en esas mismas cuatro esquinas toda la vida, 15 años después he comprobado que siguen siendo así. Sus emociones y pensamientos siguen anclados en la adolescencia, sus gustos y valores estancados en una charca que huele a vómito.
Con este tema tengo para varias entradas de blogs e intentaré darle algo de forma al argumento, lo de hoy solo un anticipo y despeje mental.
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